Conocido por las insuperables cantidades de alcohol que consumió durante su vida, el actor estadounidense Humphrey Bogart comentó sus últimos instantes con estas palabras: “Nunca debí cambiarme del scotch a los martinis".
Bogey, si me necesitas, sílbame. |
Bogart nació el 23 de enero de 1899 en Nueva York y murió, de cáncer de esófago, una semana antes de cumplir los 58 años. Hasta entonces realizó todo tipo de interpretaciones, convirtiéndose con el tiempo en uno de los mitos más sólidos de la historia del cine. Bogey recibió el Premio de la Academia al Mejor Actor por “La reina de África” (1951) y fue nominado por “Casablanca” (1942) y “El motín del Caine” (1954), una película que realizó cuando ya estaba gravemente enfermo.
Los funerales se celebraron a puerta cerrada, aunque se pusieron altavoces en el exterior para que la gente pudiera seguir los rezos. Pero lo que casi nadie sabía era que allí no estaba el cuerpo de Bogart, que había sido incinerado porque así lo pidió el actor en vida. Desgraciadamente, las autoridades dijeron que era ilegal lo de esparcir las cenizas por el mar, lo que ocasionó un serio disgusto a Lauren Bacall, que deseaba que Bogie volviera al mar que tanto amaba. Finalmente sus cenizas se pusieron en una urna en el Forest Lawn Memorial Park, en Los Ángeles, donde yacen estrellas como Michael Jackson o Walt Disney. En su ataúd está el silbato de oro que Bacall y él habían utilizado en su primera película juntos ('Tener y no tener', 1944, de Howard Hawks), con las iniciales "B & B". A las doce treinta de ese día, en los estudios de la Warner Bros, se guardó un minuto de silencio por su memoria.
Fuentes: Wikipedia y idd02n82.eresmas.net.